lunes, 8 de agosto de 2016

La Psicoterapia más allá de la Salud

¿Alguna vez te has preguntado si los y las Psicoterapeutas pueden ayudarte en algo más que en las adversidades?
Por muchos años, las perspectivas conceptuales de la Psicoterapia han estructurado que la función básica del psicoterapeuta gira en torno al apoyo ante problemáticas emergentes en la vida de las personas, pasando por alto, los cuidados paliativos u otros recursos que pudieran obtenerse de esta práctica interaccional (terapeuta-persona/persona-terapeuta).
La utilidad de la práctica terapéutica se ha visto encasillada (y un tanto reducida) al modelo médico típico, definiéndolo desde una base y estructura en la salud. Pero ¿qué es salud?... Intentando responder esta pregunta, y de un breve vistazo a las definiciones prototípicas de dicho concepto, se cita: "Estado en el que un organismo vivo no tiene ninguna lesión ni padece ninguna enfermedad y ejerce con normalidad todas sus funciones".
Es decir, que nos basamos de una conceptualización en negativo para poder definir y dar sentido a la palabra; asimismo, vinculamos la "salud" con la ausencia de la "enfermedad" para irnos creando una idea de que el fin último de los servicios de salud (incluyendo la Psicoterapia dentro de la salud mental, emocional y social) es la cura de los males que nos aquejan.
Pero, vayamos más allá:  La OMS debate un poco acerca de este punto y nos plantea un panorama distinto al argumentar que "La Salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no sólamente la ausencia de afecciones en el organismo". Aterricémoslo al ámbito Psicoterapéutico con la pregunta ¿Cuántas personas han llegado a consulta con el objetivo de nutrir y seguir cultivando su bienestar?
¿Cómo es que las personas siguen fijadas en la conceptualización de que la Psicoterapia se encuentra puramente al servicio de quien adolece? Hemos quedado varados en un punto de vista donde la ciencia psicológica es útil para la "cura de enfermedades" y no tanto para el fomento del bienestar como parte de la autonomía organísmica.


El ser humano puede llegar a ser libre y puede ser percibido desde un punto de vista más genuino, más natural, no pasando por alto las enfermedades; sino trascendiéndolas a través del bienestar integral, siempre con el apoyo y orientación de la ciencia como puede ser la Psicología en su práctica terapéutica (en el sentido más amplio de su concepción).
Ir más allá del abordaje de salud, implica romper ciertos paradigmas y sensibilizarnos hacia una ciencia más humana con un enfoque en los recursos que la persona puede traer consigo; potencializar el desarrollo y mostrar(nos) que otro mundo es posible. Asimismo, el cambiar aristas de enfoque "curativo" por aristas de enfoque más interaccional, donde la relación y vínculo que creo con el otro, sirva de crecimiento en la búsqueda del bienestar (equilibrio le llamaría).
Finalmente, me gustaría concluir con una frase que Frederick S. Perls menciona en una de sus obras y que abre paso a la reflexión en torno a este tema que pudiera ser polémico para la comunidad científica psicológica: "En medicina, el organismo sana o muere; en la práctica terapéutica, el organismo sana, muere o se adapta". El ser humano tiende a regularse a sí mismo para procurar su subsistencia y dentro de la misma idea, tiende a una adaptación constante con su entorno (apreciando la interacción, no necesariamente evaluando).



Psic. Davy Aguilar Ríos

Psicólogo Clínico Cognitivo-conductual y Gestalt

Contacto: 9992198951

"Trascender" Centro de Atención Psicológica Integral.

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