jueves, 13 de agosto de 2015

La educación es responsabilidad de todos y todas


Hace algunos años era muy común escuchar a diversas personas desde diversas disciplinas asegurar que la educación era la solución a todos y cada uno de los problemas que se presentan en la sociedad contemporánea. Sin embargo, aunque la educación juega un papel muy importante para desarrollar el potencial de las personas y de los países, son muchos los factores que deben conjugarse para que se pueda realizar un cambio que impacte a todos y todas de manera positiva. Todavía hace falta mucho por hacer, específicamente en nuestro país, que apenas está tratando de lidiar con la cobertura de la educación y ha dejado desatendido otro aspecto importante que es crucial para proporcionar una educación integral: la calidad.

Ahora más que nunca la escuela ha tenido que replantear y defender su posición como principal educadora de nuestros niños y jóvenes, en parte porque parece estar librando la batalla contra el analfabetismo y la deserción escolar sin nadie que la respalde. En este punto, es importante reflexionar qué tanto nos involucramos como madres, padres o tutores de los niños que se encuentran en edad escolarizada y qué tanto participamos para construir la educación que sabemos que se merecen y que estamos dispuestos a exigir.

Esta no es una tarea fácil, ya que el ritmo acelerado de la sociedad actual muchas veces no nos permite estar tan pendientes de nuestros tutorados como nos gustaría pero es la única manera de asegurar que la escuela este cumpliendo su verdadera función: formar ciudadanos integrales y felices.

Investigaciones recientes sobre involucramiento parental han encontrado que mientras más se involucren los padres, madres o tutores en la educación de sus hijos, más exitosos serán
éstos durante su trayectoria escolar y tendrán más herramientas para lidiar con las situaciones difíciles que se les presenten en el camino. El involucramiento puede demostrarse de maneras distintas, desde preguntarle a tu hijo o hija sobre lo que hizo en la escuela, asesorarlo para sus tareas escolares, estar en contacto con otros padres y madres de familia, conocer a sus maestros, asistir a las juntas que se llevan a cabo a lo largo del ciclo escolar o saber qué materias le gustan y cuáles se le dificultan.

Algunas acciones concretas que podemos hacer como tutores para involucrarnos en la educación de nuestros tutorados son:

  1. Hablar con ellos sobre la escuela: Específicamente de los beneficios de ésta, ya que será más fácil para niños y jóvenes entender la verdadera misión de la educación si nosotros hablamos de manera positiva sobre la escuela y compartimos con ellos cómo nos ha ayudado a nosotros en nuestra vida como adultos.
  2. Conocer a sus compañeros y maestros: Esto es importante ya que le demuestra a tu hijo o hija que sabes acerca de su mundo, que conoces con quién se relaciona y conoces qué está haciendo y aprendiendo actualmente en la escuela. Los profesores y profesoras pueden ser grandes aliados para apoyar a los niños y niñas en situaciones que se les dificulten. 
  3. Asistir a las juntas de padres y madres de familia: Además de que son una buena herramienta para conocer la trayectoria escolar de tu hijo o hija, también sirven para socializar con otros padres y madres de familia, conocer qué es lo que está trabajando la escuela y de qué manera lo está haciendo y para tener un contacto directo con la escuela, conocer al personal que ahí labora (además de los profesores) y saber qué programas o servicios están poniendo al servicio de tus hijos o hijas.  
  4. Apoyarlo en sus tareas escolares: En la medida de tus posibilidades, es importante estar al pendiente de que tu hijo o hija realice sus tareas escolares de manera adecuada. El asesoramiento que le des dependerá de su edad y del nivel escolar que curse, pero sin importar qué tan mayor pueda ser tu hijo, siempre es importante que sepa que te interesas por lo que hace y que estás al pendiente de lo que sucede con él o ella.
  5. Crear una red de padres y madres de familia: Conocer y estar en contacto con otros padres y madres te permite compartir experiencias, enriquecer las herramientas que tienes como tutor y tener la seguridad de que tienes una red de personas que te respaldan en caso de que necesites apoyo alguno. 


La cuestión está en estar al tanto de qué es lo que hace tu hijo o hija en la escuela y apoyarlo para que salga adelante en las situaciones que se le dificulten, de acuerdo con tus propias posibilidades. Esto les permitirá sentirse seguros y apoyados para continuar con sus estudios y apreciar la escuela como un lugar para desarrollarse como personas.

Psic. Carmita Díaz López
Estudiante de la Maestría en Psicología Aplicada en el Área Escolar UADY
Contacto: 9991-11-94-03
Trascender "Centro de Atención Psicológica"

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