viernes, 28 de septiembre de 2018

Apología a las bellas (y no tan bellas) artes

Queridos lectores ávidos de conocimiento y de entretenimiento: 

Por este medio quiero realizar una disculpa pública a mi yo de quince años de edad cuando me dejé llevar por los estándares socialmente establecidos y renuncié a mi sueño de ser escritora/filósofa para perseguir la "estabilidad" de un empleo formal que terminó siendo una pesada broma cósmica, ya que en la época en la que nos tocó vivir la estabilidad económica (en un sistema neoliberalista) es bastante complicada de alcanzar. 

La entrada de este blog es una reflexión personal, a modo de una carta abierta, sobre la poca importancia que se le da a las expresiones artísticas en nuestra sociedad actual, cuyo ritmo de vida entorpece la simple apreciación de la belleza y subestima la necesidad de la expresión artística como un medio de comunicación y de relación con el entorno. 


Existe una frase del genial Edgar Degas que versa lo siguiente: "El arte no es lo que ves, sino lo que haces ver a los demás". Esta simple frase de no más de un renglón encierra la compleja necesidad que tenemos los seres humanos de conectar con el otro a través de todos los medios posibles, pues aunque muchas de las expresiones artísticas más conocidas (literatura, pintura, música) se generan en solitario, únicamente pueden cobrar sentido al momento de la interacción con un interlocutor. Y esta interacción no es unilateral, como nos han querido hacer creer; es total y completamente bidireccional. 

Uno de mis ejemplos favoritos de este curioso fenómeno es la literatura. Quisiera hablarles de una de mis autoras favoritas, una escritora brasileña llamada Martha Medeiros que además de escribir prolíficamente sobre la vida de la mujer en la época moderna y las peripecias de la modernidad y la globalización, explica una situación que ella (y otros escritores) nombran "La muerte del autor". Este fenómeno consiste en el hecho de que una vez que una pieza de literatura entra en contacto con el otro, un otro que es diferente a quien escribió dicha pieza de literatura, el autor de esta pieza desaparece y se diluye entre el ser de quien lee, interpreta y re-interpreta el texto. 



Esta situación no es exclusiva de la literatura, sino que es una característica casi mágica que está presente en todas y cada una de las expresiones artísticas. Como recita aquella frase de Francis Bacon, que es atribuída a David Hume pero que sospecho que realmente es de Platón: "La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla". Quien diga que la filosofía no es un arte en sí misma, estoy segura que no ha encontrado al filósofo correcto.  

La razón por la que el arte y las personas que se dedican a él son infravaloradas reside en que las expresiones artísticas en sus diversas formas nos proveen de algo que es intangible, etéreo  e imposible de cuantificar, aún cuando se le ponga un precio. El arte ha existido desde el inicio de las diversas civilizaciones, está presente en prácticamente todo lo que hacemos y es una de las necesidades más orgánicas y sociales que tenemos los seres humanos: la necesidad de crear y recrearnos. 

¿Y saben a quien culpo directamente por este desdén injustificado a las bellas y no tan bellas artes? A la educación tradicionalista. Ustedes dispensarán, queridos lectores, sé que puede parecer un poco incongruente que una psicóloga escolar hable de esa manera sobre el sistema educativo pero es que la realidad dentro las aulas nos muestra una represión impresionante en la expresión emocional y en la libertad de los alumnos y alumnas en miras de la mejora de los aprendizajes meramente académicos. Es en este punto donde las disciplinas como la  educación, la psicopedagogía, el trabajo social y la psicología educativa podrían apoyarse de la expresión y apreciación artísticas para complementar el trabajo que se realiza con niños, niñas y jóvenes... pero deciden voltear hacia otro lado y llamar vandalismo a los interesantes grafittis que los alumnos de la secundaria pintaron detrás del muro de su escuela, donde plasman partes de su ser que no les comparten ni a sus mejores amigos o amigas.   



Despido esta entrada, que poco a poco se transformó en una apología y luego pasó a ser una carta abierta (porque con la literatura y con el arte en general, todo es posible) con la firme convicción de que el arte es nuestra última esperanza de mantener nuestra humanidad en un mundo cada vez menos humano. Espero con ansias el día en el que cualquier chica de quince años no tenga que elegir entre ser escritora y tener un empleo estable y bien remunerado y en donde las personas que nos dedicamos al arte en cualquiera de sus variantes no seamos juzgados ni señalados por una sociedad que no comprende la imperante necesidad de poner nuestro ser al servicio del ser de los demás.

"Take your broken heart, make it into art" 
Carrie Fisher  


Psic. Carmita Díaz López
Psicóloga Escolar y Psicoterapeuta
Contacto: 9993-35-36-81
Centro de Atención Psicológica Integral. Trascender.





jueves, 23 de agosto de 2018

La explotación de los ecosistemas, la explotación del ser humano


“Hasta que el último árbol sea cortado, el último río envenenado, el último pez sea pescado, sólo entonces el Hombre descubrirá que el dinero no se come”
-Proverbio Indio Cree

La presente entrada tiene por finalidad expresar la incertidumbre que me deja el rumbo del desgaste ecológico desde el análisis de la explotación de recursos naturales y de la huella ecológica que la Humanidad ha dejado a su paso:

Todos los días que me dirijo hacia el trabajo, hacia el consultorio, hacia mis diferentes destinos, me doy cuenta que mi visión se ha acostumbrado a mirar a todo paso, concreto, concreto y más concreto. Me resulta curioso, dado que por la situación geográfica de Yucatán, tenemos flora nativa en abundancia y que crece inclusive en nuestros patios, pero… ¿qué hace la diferencia entre el crecimiento de una “flor silvestre” y el crecimiento de la mega-plancha de concreto que se establece en Yucatán? Considero que la respuesta es bastante compleja y apunta a ese llamado “desarrollo urbano”, así como los hábitos que tenemos como ciudadanos.

Nuestros hábitos de consumo impactan directamente en el comportamiento ecológico y eso es llamado “huella ecológica” (global footprint), haciendo que la producción de basura y la explotación de nuestros recursos crezcan a niveles exponenciales. De hecho, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) notifica estudios donde se han registrado aumentos muy importantes en la aceleración del agotamiento de recursos del planeta.

Pero, ¿Por qué preocuparnos por el desgaste ecológico? Sencillo, no tenemos otro planeta en el cual habitar y siendo la Tierra como nuestra casa, tendríamos que cuidar de ella (así como ella cuida de nosotros). Se mira el famoso “desarrollo” como una perspectiva hacia el futuro; sin embargo, se nos olvida que el futuro también implica observar el curso y las acciones que emprendemos en el momento presente, ¿Qué estamos haciendo ahora para poder tener una pizca de seguridad de que nuestro planeta estará a salvo (y nosotros con él)?

Es decir, ¿Te imaginas no tener agua al alcance para poder subsistir o que el aire que respiramos esté contaminado?... Las respuestas no están tan alejadas de la realidad: existen poblaciones en México en donde el acceso al agua es muy limitado, no únicamente por la infraestructura para proveer este líquido vital, sino que la escasez ya está teniendo un impacto significativo en esta geografía; o existen situaciones en donde el agua es tan insalubre que tiende a ser no-apta para el consumo humano debido a los agroquímicos y contaminación del manto acuífero. De igual forma, el número de muertes atribuibles a la contaminación del aire se ha incrementado en 60% entre 1990 y 2015 en México, cifra que resulta por mucho, preocupante.

*Más del 40% de la población mundial padece escasez de agua.

¿Qué nos toca hacer desde nuestro entorno más inmediato?

He visto  campañas circulando en redes y en la calle sobre la modificación en nuestros hábitos de consumo. Tan sencillo como la reducción de plásticos (popotes o bolsas plásticas) que tarde o temprano acaban en los mares... Me parecen estupendas iniciativas, pero eso no es suficiente para frenar el agotamiento y contaminación de nuestros recursos. Hace falta más acción que trascienda la reflexión, sobre todo, salir de la zona de confort que nos proveen las redes sociales.

Hay dos cosas principales que nos toca hacer como ciudadanos del planeta: vigilar los proyectos que pretenden la explotación de los recursos de la Tierra, procurar que estos se aborden desde la sustentabilidad y la no-invasión de los ecosistemas (sí, creo que se puede promover un progreso social y económico sin necesidad de destruir) y promover tanto en nosotros como en nuestros entornos más cercanos, la reducción de desechos producidos por el consumismo exagerado.

Para vivir en responsabilidad, antes de usar las famosas 3R’s (reducir, reusar, reciclar), decidamos evitar la producción de basura y del consumo innecesario; el detalle está en que cada quien ha usado el concepto de “necesidad” a su antojo, prescindiendo del equilibrio adecuado con nuestro entorno.

El afán de lucrar con el medio ambiente nos ha llevado a la destrucción del mismo, esto puede frenarse y en el mejor de los casos, revertirse si colaboramos todas y todos para lograrlo.



No descarto que haya más opciones que tengan un impacto significativo en el desenvolvimiento de nuestro planeta y cualquier idea es bienvenida para pagar esta deuda tan grande que ya tenemos con él, solo agrego: el cambio ha de estar enfocado tanto en lo individual como en lo colectivo, no basta con que dejes de usar popotes, hace falta tomar medidas para poner un alto a la destrucción que produce la insistencia en obtener aún más recursos de donde ya obtuvimos más de lo necesario.

Me emociona mucho ver cómo florecen iniciativas como la reforestación de áreas comunes en la ciudad, la lucha por la conservación de las abejas, la defensa por el agua o por territorio indígena (nuestros grandes guardianes del ecosistema, de quienes nos hace falta aprender mucho). Iniciativas que nacen desde el corazón de colectivos, organizaciones y sociedad civil organizada. A estas iniciativas, podemos sumarnos y crear otras que frenen el abuso de la Tierra.

Piensa por un momento, ¿Qué está a mi alcance para aminorar mi huella ecológica y poder convivir en armonía con mi ecosistema? Tan fácil es pensar en la promoción del desarrollo como en la promoción del cuidado de nuestro hogar. Si estos recursos vivos llegan a desaparecer, desaparecemos con ellos.

Aquí te dejo un link para medir tu huella ecológica en temas de Energía, Agua, Transporte y Agua: http://www.tuhuellaecologica.org/

Psic. Davy Aguilar Ríos

Psicólogo Clínico y Psicoterapeuta
Contacto: 9992-19-89-51
"Trascender". Centro de Atención Psicológica Integral

martes, 24 de julio de 2018

Diálogo de Saberes: "¿Y ahora qué?, Después de las elecciones"

En el diálogo de saberes, pretendemos intercambiar ideas sobre temáticas que nos afectan como ciudadanos(as) y proponer alternativas que en colectivo, pretendan dar pie a la aplicación de soluciones en nuestros ambientes más cercanos.

En esta ocasión abordaremos el tema de nuestra participación ciudadana después de efectuar el voto y con los resultados que actualmente se reflejan en las instituciones electorales; reflexionaremos acerca de nuestra responsabilidad social y cómo aportamos en conjunto al cambio de nuestro entorno más cercano.

Tu participación es importante para el desarrollo del tema y de soluciones prácticas cercanas a nosotros(as). 

¡Te Esperamos!

Lugar: Trascender. Centro de Atención Psicológica Integral. (C. 44 No. 486D x 55 y 57 Centro)
Fecha: 26 de Julio de 2018
Hora: 8 p.m.
Cuota de recuperación: $30 MXN 

Sigue nuestro evento en Facebook: https://www.facebook.com/events/628724220828872

Diálogo de Saberes: "¿Y ahora qué?, Después de las elecciones"

jueves, 5 de julio de 2018

Expresión a lápiz y papel. Taller de Escritura Creativa



¿Sabías que todas nuestras experiencias son anécdotas que se cuentan desde distintos ángulos? ¿Cómo usamos nuestro potencial creativo para expresarnos?

En esta ocasión traemos para ti el Taller de Escritura Creativa "Expresión a lápiz y papel", en el cual exploraremos la expresión creativa a través de la literatura.
Puedes inscribirte a las 4 sesiones que tenemos preparadas para ti o a sesiones individuales, las cuales se llevarán a cabo en nuestra sede.
FECHAS y HORARIOS:
*Viernes 27 de julio: 6 p.m. - 8 p.m.
*Sábado 28 de julio: 3 p.m. - 5 p..m.
*Viernes 03 de agosto: 6 p.m. - 8 p.m.
*Sábado 04 de agosto: 3 p.m. - 5 p.m.



INVERSIÓN: $500 MXN (las 4 sesiones) o $150 MXN (sesiones individuales).



***Se entregará Constancia a participantes de las 4 sesiones***



Lugar: Trascender (C. 44 No. 486D x 55 y 57 Centro)
Imparte: Psic. Carmita Díaz MPAE. Psicóloga escolar, Psicoterapeuta, Escritora independiente, Autora del poemario "Ventana" y colaboradora del colectivo "Letrantes".
Inscripciones: 9991-11-94-03



Separa tu lugar con el 50% del costo total; puedes hacer el depósito en banco HSBC a la cuenta 6390480773 o a la tarjeta 4213 1660 6717 4221 (No olvides enviarnos fotografía del depósito con tu nombre).



++Cupo Limitado++

martes, 19 de junio de 2018

A propósito de Junio

Esta entrada de nuestro blog es ligeramente diferente a las demás ya que desde el propio 
formato y la temática, hacen referencia explícita a la diversidad. Pero no cualquier tipo de diversidad, sino aquella diferencia que se vuelve incómoda a los ojos de los otros y que, en muchos casos, se convierte en invisibilidad.  

Te invitamos a leer el siguiente texto inédito autoría de nuestra colaboradora la Psic. Carmita Díaz López, que será parte del Vol. 6 de la revista "Letrina" publicada por nuestros amigos del colectivo LETRANTES. 

"Somos"

Somos los renglones torcidos de Dios, no importa a que deidad te encomiendes ni que tan alto eleves tus plegarias, nadie nos está escuchando.
Vivimos con una máscara entre la multitud haciéndonos pasar por cualquier otra gente común y corriente: vamos a la escuela, pagamos nuestros impuestos, paseamos a nuestras mascotas por el parque y amamos, amamos intensamente aunque eso pueda costarnos la vida.
Si te dieras el tiempo de conocernos, sabrías que no hay nada que temer, que tus hijos e hijas están a salvo y que no nos interesa destruir a tu familia, sino construir los cimientos de la nuestra.
Marchamos en multitudes coloridas para olvidar la soledad, la alienación y el exilio de una sociedad que hemos ayudado a construir pero que a menudo nos rechaza, nos juzga por algo tan arbitrario como el color de nuestro cabello, algo que no elegimos y que tampoco podemos cambiar. Nuestra condena es sufrir el odio de personas que ni siquiera nos conocen y que no saben que tenemos sueños, aspiraciones, metas y razones por las cuáles vivir soportando todo aquello que nos lastima.
No es necesario que mires a otro lado cuando nos tomamos de la mano por la calle, pues también queremos dar y recibir cariño. Sabemos cuánto te molesta que usemos los espacios públicos pero ya nos cansamos de estar recluidos en la seguridad de nuestras casas, una seguridad aparente que es tan frágil que se puede romper de un momento a otro, pues no sólo vivimos tu rechazo sino también el de quienes deberían amarnos incondicionalmente. ¿Te preocupa que usemos los baños en donde haces tus necesidades? Tal vez esto suene increíble para ti, pero también queremos orinar.   
Aunque los demás no nos ven, tenemos rostros y nombres, nombres que salen en los titulares de los periódicos en lugares donde ser así es ilegal o donde  demandar derechos fundamentales es sinónimo de muerte. La rabia corre por nuestras venas y aunque quisiéramos ver arder este mundo, tratamos de que los que vengan después no tengan que pelear por las mismas cosas. Porque ya nos cansamos de luchar pero no podemos detenernos.
Nuestras voces individuales pasan desapercibidas pero cuando las sumamos, se convierten en estridencia. Tenemos que escapar del anonimato y romper el silencio, porque el silencio puede hacer un estruendo muy fuerte.




Psic. Carmita Díaz López 
Psicóloga Escolar y Psicoterapeuta
Contacto: 9991-11-94-03
"Trascender". Centro de Atención Psicológica Integral



lunes, 4 de junio de 2018

Diálogo de Saberes: "Participación ciudadana, Más allá del voto"

Este es nuestro concepto para acercar el diálogo a la comunidad y participar en la reflexión de temáticas de impacto social.
En el diálogo de saberes, pretendemos intercambiar ideas sobre temáticas que nos afectan como ciudadanos(as) y proponer alternativas que en colectivo, pretendan dar pie a la aplicación de soluciones en nuestros ambientes más cercanos.

En esta ocasión abordaremos el tema de "Participación ciudadana: más allá del voto" donde reflexionaremos acerca de nuestra responsabilidad social y cómo aportamos en conjunto al cambio de nuestro entorno más cercano independientemente al ejercicio electoral.
Tu participación es importante para el desarrollo del tema y de soluciones prácticas cercanas a nosotros(as).
¡Te Esperamos!

Lugar: Trascender. Centro de Atención Psicológica Integral. (C. 44 No. 486D x 55 y 57 Centro)
Fecha: 7 de Junio de 2018
Hora: 8 p.m.
Cuota de recuperación: $30 MXN



lunes, 28 de mayo de 2018

Conmemorando la mediocridad: el fenómeno de la autocomplacencia profesional.

Una de las frases que más me irrita escuchar en las conversaciones casuales es: "Cuando termine de estudiar voy a (inserte aquí una acción cualquiera)". Y no es por una cuestión de forma, estilo o sintaxis, es simplemente porque aún me sorprende la manera en la que seguimos conceptualizando la educación y, sobre todo, la actualización profesional. El análisis de una simple frase cobra relevancia debido a que hemos descubierto, a largo de la historia de la humanidad, que el lenguaje tiene un papel preponderante en cómo le damos forma a nuestros pensamientos, a nuestras acciones y, por ende, a las sociedades que vamos construyendo de manera conjunta.

La trayectoria educativa y profesional de un individuo no finaliza al terminar su carrera, ya que desempeñar una profesión requiere de un compromiso permanente y constante de actualización. Esta actualización no necesariamente tiene que ser teórica o académica y aunque es altamente deseable que los profesionales de las diferentes disciplinas y ramas se especialicen, es una realidad que en México no todas las personas tienen los recursos necesarios para costear un nivel de posgrado o algún tipo de especialización. Aunado a esto, también es una realidad a nivel estadístico que los profesionales en México que adquieren Posgrado terminan siendo subempleados con un salario que no es equiparable a su formación profesional.


Este panorama no es muy diferente en la Psicología, que ha tenido que abrirse un camino propio mientras se debate entre dos raíces que parecieran bifurcarse de manera paralela, para ya no volver a tocarse, pero que tienen más en común de lo que entre ellas quieren admitir: La Medicina y la Filosofía. Aunada a esta ancestral confusión de identidad y roles, los profesionales de la Psicología tienen que luchar día con día con los estigmas que todavía persisten alrededor de la práctica psicológica en todos los ámbitos de acción en los que se desarrollan. Sin embargo, a mí me gustaría cuestionarles a mis colegas (y de paso cuestionarme a mí misma): ¿Qué estamos haciendo los psicólogos y las psicólogas para cambiar esto?

El primer paso que podríamos dar, y lo digo a manera de propuesta tratando de superar el inherente ímpetu humano de criticar sin proponer, es admitir que ni siquiera podemos ponernos de acuerdo en qué es exactamente lo que hacemos y que, aunque eso no es para nada necesario, nos daría excusa alguna para reunirnos fuera de los ambientes controlados de las universidades y los consultorios privados. Mi primera propuesta es dejar el miedo de lado y salir a las calles, conocer el entorno que nos rodea y percatarnos de qué es lo que podemos hacer para mejorarlo (o por lo menos no empeorarlo); reunirnos para crear comunidad, compartir experiencias, conocernos y reconocernos, pues a pesar de que somos una ciencia social y humana, aún nos hace falta como colectivo mucha humanidad y socialización.


Y tú que estás leyendo esto podrías pensar: ¿Qué tipo de propuesta es esa? Mi respuesta sería: la más urgente. Los profesionales de la psicología estamos creando un aura de misterio y misticismo alrededor de nuestra propia práctica que nos está desfavoreciendo, alejando a las personas que realmente necesitan de nuestros servicios y manteniendo con nuestras conductas el status quo de una sociedad que poco a poco se está viniendo abajo y que necesita de nosotros, de nuestro pronunciamiento en situaciones críticas como la violencia o el suicidio, situaciones en las que el gremio psicológico ha permanecido convenientemente en silencio.


El pasado 20 de Mayo se conmemoró el "Día del Psicólogo(a)", una celebración que pasa desapercibida como muchas veces pasa desapercibido nuestro rol; y eso no es algo azaroso ni tampoco tiene que ver con que sea opacado por el Día del Maestro, sino que tiene más que ver con la poca injerencia que el gremio psicológico ha tenido en los cambios sociales y lo poco que se ha logrado incluso dentro de la misma profesión. Es imperante que los propios profesionales de la Psicología empecemos a mirar más allá de lo que nos han dicho que hace un psicólogo y empecemos a involucrarnos verdaderamente para facilitar el bienestar del otro, no sólo aquel otro que puede pagar por nuestro servicios. Conozco muy pocos colegas que dan psicoterapia en lengua maya o que ofertan talleres escolares adecuados a los niños y jóvenes con N.E.E o con discapacidad, existen pocos psicólogos y psicólogas que dan acompañamiento con perspectiva de género o que  están sensibilizados para atender las necesidades de la comunidad LGBTTTI+, por mencionar algunas poblaciones vulnerables. 

Aún nos falta mucho camino por recorrer, empecemos por cuestionarnos qué estamos haciendo en nuestro entorno más inmediato y organicémonos para crear comunidad. Te sorprenderás de lo que puedes encontrar más allá de las murallas del celo profesional.

        
Psic. Carmita Díaz López 
Psicóloga Escolar y Psicoterapeuta
Contacto: 9991-11-94-03
"Trascender". Centro de Atención Psicológica Integral

miércoles, 16 de mayo de 2018

Plática: "Experiencias de la Psicología en Yucatán"

Psicología

En el marco del "Día del Psicólogo(a)" tenemos la intención de juntarnos para reflexionar en torno a las experiencias diversas que se han tenido como profesionales de la Psicología.
En esta ocasión, contaremos con la valiosa participación de la Psic. Evelia Uicab Sulú MPH, actual presidenta de la Asociación Yucateca de Psicoterapia Humanista, quien nos presentará un recorrido anecdótico de su vasta experiencia en la Psicología y en Psicoterapia.

El 24 de mayo te esperamos para reflexionar y construir ideas sobre nuestra labor en un contexto actual.

¡Te esperamos!
Lugar: Trascender (C. 44 No. 486D x 55 y 57 Centro)
Hora: 8 p.m.
Cuota de recuperación: $50 MXN
Informes: 9992198951

viernes, 27 de abril de 2018

Psicoterapia: De la Humanidad enajenada a la Humanidad consciente (Parte 2)


Continuando con la idea de la Psicoterapia como un ejercicio de alcances políticos y sociales, la presente entrada, corresponde a la segunda parte de todo el ensayo que he venido desarrollando como parte de ideas, reflexiones y cuestionamientos que me surgen al mirar mi propia praxis terapéutica y las experiencias que en la otredad se presentan (en participaciones colectivas y dentro del consultorio).


La consciencia como linterna hacia otros mundos
“El campo, como totalidad, tiende a completarse a sí mismo, a buscar el equilibrio más simple posible en cada nivel del campo (…) Un organismo se preserva solamente al crecer. La autopreservación y el crecimiento son polares, ya que solamente quien se preserva puede crecer mediante la asimilación, y quien asimila continuamente la novedad puede preservarse y no degenerar”
-Perls, Hefferline y Goodman
En psicoterapia hay una danza constante y fluida que se crea de persona a persona, esta suele ser una danza de contrastes que nutren cada una de las partes; y es que únicamente mediante lo que es diferente a nosotros, existe crecimiento.

Expandimos la consciencia sólo a través del reconocimiento de la humanidad que se presenta frente a nosotros: una persona que proviene de diversos sistemas y que comparte cierta actitud con el otro, una actitud de co-responsabilidad y de co-construcción de un nuevo entorno.

Quiero profundizar en el párrafo anterior: Me gusta pensar que la terapia no solamente tiene alcances que se limitan al individuo, sino que se extrapolan a situaciones familiares, sociales, políticas y de otros ámbitos (como ya había abordado en la primera parte); asimismo, en el encuentro que se da de persona a persona en una situación tan solidaria como es la terapia, se van creando nuevas perspectivas en donde participamos más de uno, es decir, construimos un Nosotros.


Este contraste que se brinda entre terapeuta y cliente, se da a partir de una exploración de “sentires”, “pensares” y “haceres”. Esto únicamente lo conseguimos dándonos cuenta de la parte que uno a uno aportamos en la relación, siendo conscientes de nuestra influencia en el ambiente y también de la influencia que recibimos del mismo.

Desde esta óptica, el terapeuta acompaña y observa… esto involucra en su totalidad, un trabajo estético, que funja como una linterna co-construida desde la solidaridad hacia otros mundos que sin ese contraste brindado, probablemente no pudieran iluminarse.

La industrialización del Hombre

Los tiempos modernos, donde la tecnología predomina y en ocasiones predetermina nuestras relaciones sociales, han apoyado para que el Hombre sea observado como un ente virtual, un ente que se conforma de un “Nickname” y un “Perfil de usuario”. Toma de nosotros, un trozo de humanidad para alojarla en un servidor y dejar un poco de la esencia que nos caracteriza.

Es preciso destacar las facilidades que las nuevas tecnologías nos han brindado, ya que también han servido de apoyo hacia la misma Humanidad, como son los casos de denuncias a vejaciones o faltas a los Derechos Humanos (que han fijado bases también colectivas), o incluso durante la catástrofe ocurrida en México el 19 de septiembre por los sismos, o desde una perspectiva relacional, simplemente facilita comunicarnos con quienes queremos tener cercanos. El cuestionamiento que podría hacer la diferencia entre una u otra perspectiva pudiera ser ¿Qué tanto tomamos las tecnologías únicamente como medio para relacionarnos con lo que hay afuera de nosotros? ¿Cómo dejó de ser esto una alternativa y comenzó a ser única opción?

Tomo el ejemplo de las nuevas tecnologías de la información como una representación cercana de la industrialización del Hombre moderno, ya que este proceso de industrialización, lleva décadas construyéndose. Esta industrialización a la que me refiero, se caracteriza por una adoración exacerbada del individualismo (desde una perspectiva cuasi-hedonista), objetivando nuestras relaciones, escindiéndonos del entorno que requerimos para crecer, para contrastarnos y asimilar nuestra propia Humanidad ¿Cómo participan las tecnologías en la promoción de este individualismo?

"El Hombre es un ser social por naturaleza" argumenta Aristóteles, en contraste con una modernidad donde el Hombre ha dejado de ser un átomo incorporado de la sociedad y ha pasado a ser un generador de consumo, comenzamos a perder el sentido humano, pasamos a representar papeles que nos son adjudicados (y que también aceptamos) por las masas a cambio de la pertenencia al grupo, que aclaro, también es sumamente importante para las personas, sin embargo, la diferencia radica en la renuncia a la autenticidad para encajar en el estándar.


Asimismo, la industrialización del Hombre se repite en patrones de relación, me refiero a que esto es extensivo a nuestras relaciones, de tal modo que comenzamos a objetivar al otro para poder utilizarlo en nuestro propósito o necesidad; y aquí radica uno de los problemas más grandes de las relaciones humanas, ¡No somos objetos de consumo! Somos personas que sienten, que aman y que reaccionan en relación a lo que se nos presenta.

La Psicoterapia cumple aquí, una función sumamente primordial: destacar la Humanidad de la persona para admirarla desde la libertad de la respuesta, y así, poder observarse responsablemente como gestor del ambiente de manera espontánea, en otras palabras, entablar relaciones humanas más libres.

La industrialización de la Psicoterapia
“Son raras las personas que se vuelven maduras hasta el punto de aconsejar, guiar y cuidar sin avergonzar, sin dominar”
-Paul Goodman
De igual forma, vale la pena abordar que la Psicoterapia es una práctica que no se exceptúa de este proceso de industrialización, y me gustaría abordar esta parte con el amplio cuestionamiento ¿Cómo objetivamos a las Personas en terapia?

Caemos en esta industrialización cuando volvemos nuestra práctica terapéutica como un producto consumible y no una práctica al servicio de la Persona. Cuando comenzamos a trabajar con el “trastorno” o la “enfermedad mental” por encima de la humanidad que se nos presenta frente a nosotros.

¿Cómo pretendemos promover la libertad y la responsabilidad del individuo si nuestro proceso tiende a ser una muestra más del sistema industrializado?  Y es que, los actuales entornos sociales, laborales y políticos (a veces, hasta familiares) demandan seres autómatas generadores de consumo. Basta con reflexionar sobre el alarmante 40% de trabajadores que laboran en situación de estrés, generándole al mismo sistema laboral, un rezago de entre 15 y 20 días de trabajo perdidos (Organización Nacional del Trabajo); aunado a las bajas condiciones laborales y salariales del México actual.


La Psicoterapia ha de ser un servicio que contemple estos factores de manera global; que las Personas con las que trabajamos (incluyéndonos como terapeutas), provienen de una industrialización que pretende la automatización como si estuviéramos hablando de máquinas y que nuestras acciones han de ir encaminadas a mirar el lado sensible y humano; no volverse unidireccionales, sino dar paso a la co-construcción (desde cualquier enfoque con el que se trabaje en psicoterapia).

Considero que la constante crítica a nuestra praxis revitalizaría y retroalimentaría los vacíos estériles en los que se tiende a caer. La invitación es a tomar el Humanismo no desde el enfoque terapéutico, sino desde un criterio filosófico para abordar, dados los tiempos contemporáneos que exigen seres autómatas de personas libres y espontáneas.


Psic. Davy Aguilar Ríos
Psicólogo Clínico y Psicoterapeuta
Contacto: 9992-19-89-51
"Trascender". Centro de Atención Psicológica Integral

viernes, 13 de abril de 2018

Noches de Charla-Café: "Re-pensando el amor"


En esta ocasión queremos invitarte a participar en nuestra Noche de Charla-Café con la temática "Re-pensando el Amor" donde estaremos reflexionando en torno a diversas perspectivas sobre el Amor y su expresión en tiempos actuales.
Acompáñanos a crear un diálogo enriquecedor dónde contemplemos muchas formas de ver el Amor.

Fecha: 20 de abril
Hora: 8 p.m.
Lugar: Trascender. Centro de Atención Psicológica Integral.
(C. 44 No. 486D x 55 y 57 Centro).
Cuota: $50 MXN

¡Te esperamos!

martes, 3 de abril de 2018

Los rostros de la violencia



Hablar de violencia requiere un sentido de  un pensamiento amplio, que englobe diversos elementos que se conjugan entre sí; también requiere un momento para hacer una autoevaluación sobre la responsabilidad que vamos teniendo en estos acontecimientos.

Estudié la licenciatura en Psicología y en los últimos semestres inicié mis prácticas en una Unidad de Atención a víctimas, desde ese momento pude ver y hacer más consciente el tema de la violencia y sus múltiples facetas. No es fácil hablar de ella, en muchas ocasiones resulta incómodo, pero  como dice aquél dicho popular, “no se puede tapar el sol con un dedo” y es un hecho que en la actualidad, los índices en el País se han elevado.

La finalidad de esta entrada es ofrecer una perspectiva que contribuya a la concientización de la violencia misma, a través de experiencias e ideas.
Pero, ¿Qué es la violencia?

Para poder hablar sobre “algo”, es necesario iniciar comprendiendo ese “algo”, aunque nos resulte complicado.  Es por eso que presentamos algunas definiciones de violencia:

Según la Organización Mundial de la Salud: Violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte.
Una primera idea de violencia, en un sentido amplio, se refiere al daño ejercido sobre los seres humanos por parte de otros seres humanos. (Jiménez, 2009)

La RAE, habla de violencia cuando se da una acción de cualquier ente, que produce la ruptura de la “armonía”.
Y así podría abordarse este término por miles de autores que se han enfocado en investigar dicho fenómeno desde hace algunas décadas.


¿Cómo surge la violencia?

La UNESCO, así como otras investigaciones, sugieren que la violencia es más cultural, es decir, que “se aprende”. Que el ser humano no es  violento por naturaleza.

Considero que la violencia es un problema social, un problema público, que está vinculado tanto con los ciudadanos como con el mismo sistema, denominado Estado.

Hablar de la responsabilidad que tiene el Estado, siempre es más fácil; ya que es una realidad que las políticas públicas no han tenido un gran impacto en materia de seguridad. Basta con revisar las estadísticas que día con día aparecen en los distintos medios de comunicación. 

Según las cifras oficiales, la violencia y las muertes aumentaron en 2017 (70 asesinatos al día), incluso superando al 2011(61 asesinatos), considerado el año más mortífero como consecuencia de “La guerra contra el narco”. Entre otros delitos como las violaciones, los robos, los secuestros, etc. 

No puedo dejar de leer esas notas, esos datos que van perdiendo sentido al ser números, pero que siguen impactando de tal forma que no me imagino cómo se da marcha atrás a toda esta ola de violencia, que parece no afectarnos. 

Cuando escucho sobre la violencia en el país,  no puedo evitar recordar casos sonados en los medios de comunicación como la matanza de Tlatlaya, los crímenes de Atenco, las muertas de Juárez, los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, los múltiples feminicidios, la masacre de Tlatelolco, por mencionar algunos. Pero tal pareciera ser que estos delitos han quedado impunes y para algunas personas, también en el olvido.

También existen los casos locales, los casos que se dan en el Estado más “seguro” del País. Los delitos que no existen según los datos que proporciona el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las voces de personas que incluso han sido víctimas del mismo Sistema que presta servicios de protección y seguridad.
 


Recuerdos regresan a mí de manera clara; me ubico en la unidad de atención a víctimas, recuerdo ver cómo llegaban integrantes de  familias destruidas porque la violencia se dio en sus hogares; mujeres que amaban a sus hijos y por eso decidieron “cargar su cruz”, quedarse y enfrentar los malos tratos con tal de que su familia permanezca. Me decían que jamás se dieron cuenta de lo que vivían, nadie les dijo que los insultos o jaloneos les dañaban más de lo que  pensaban, jamás imaginaron que aquellos celos sin fundamento fueran una bomba de tiempo. Creyeron que era normal, que era amor. No pensaron que sus seres amados pudieran hacerles tanto daño.

Habían niñas que fueron víctimas de Trata de personas, a quienes sus mismos padres les pusieron un precio, chicas que aprendieron por experiencia que “el amor desinteresado no existe”, jóvenes de 14 años que querían olvidar toda la violencia que vivieron dentro de sus casas y fuera de ellas. Niñas que replican las conductas violentas porque no aprendieron otra forma de comunicarse.

También pude ver niños que no comprendían lo que ocurría a su alrededor, no entendían por qué a su madre lloraba, por qué estaba  llena de heridas, por qué sus padres no les cuidaron; no comprendían bien, pero en sus ojos yo veía  tristeza, frustración y miedo.

Aquél lugar estaba lleno de historias, lleno de recuerdos y de esperanzas también, esperanzas de encontrar un espacio libre de violencia.



No se trata solo de cifras, son historias, son personas. Somos todos.



Hablar de estos temas resulta complicado, jamás me reúno en un bar o un café para ver de qué forma podemos hacer algo que contribuya a concientizar, a hacer algo por las víctimas o a armar algún plan de mejora de la situación; ¿por qué? Porque nadie quiere hablar de algo que incomoda, de algo que nos pone tristes, enojados o reflexivos. 

He escuchado a gente que dice que hay que dejar un mejor lugar para nuestros hijos, pero no sabe cómo. A diario leo “Cómo ser feliz siguiendo estas recomendaciones” y para nada les culpo, todos anhelamos la felicidad. Pero ponernos una venda en los ojos o crear una burbuja feliz, no nos hace menos propensos a pasar por alguna situación de violencia. Y si no somos capaces de mirar al otro, ser empático o poner sobre la mesa estas situaciones, nos será más difícil hacer algo.



Psic. Shadid Pech Dorantes
Psicóloga clínica y Psicoterapeuta
9999-18-04-62 
Trascender. Centro de Atención Psicológica.